JC -Y hablando de crear, recuerdo cuando viniste hace 2 años ya al concierto del castillo, mucha de la música o casi la totalidad la habías hecho tú, ¿era obra tuya?.

MA - No no, para nada. No era nada mío, era todo de compositores.

JC - Ah, pues estaba equivocado, pensaba que era tuyo.

MA - No, lo único que algunas obras, por decirlo así, yo las versioné. Por ejemplo, la de batería la transcribí, como los músicos de jazz cuando cogen un solo de Charlie Parker y lo transcriben. Era un solo de un batería suizo, ese es el único que tiene más de mí porque simplemente lo transcribí, pero el resto son todas obras que estaban ya escritas por compositores. Algunas, la mayoría, originales para percusión, menos la de vibráfono de Steve Reich que es original para 11 clarinetes y yo la adapté para vibráfono con muchos “Migueles” tocando el vibráfono a la vez grabados.

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Un momento del concierto de Miguel Angel en el Castillo de Zamora en 2016

JC - ¿Los montajes de vídeo ya estaban previstos en la obra o eran tuyos? 

MA - No, eso fue una idea con un compañero, también español, un guitarrista, José Navarro. Un día viendo el fútbol en un bar le dije, oye la obra esta está súper guay, me gustaría hacer esta idea pero no sé cómo hacerla. Sabía grabarlo en audio pero no sabía hacer el vídeo. No te preocupes, lo hacemos juntos, y mola ¿no?, pues esta gente que sabe hacer muchas cosas diferentes, aparte de música, o que no son músicos pero están alrededor, que te pueda ayudar con el vídeo, por ejemplo, o con el audio... Conoces a fulanito, igual te podría hacer esto porque, no sé, está todo muy conectado.

JC - ¿Tuviste facilidades para hacer ese proyecto aquí en Zamora?

MA - Pues el conservatorio me ayudó mucho con el tema de los instrumentos. Eso facilitó las cosas. Pegas no, el Ayuntamiento, la verdad es que también me ayudó mucho, fue más un poco la inconsciencia organizativa, dejar cosas abiertas pensando que va a funcionar todo y que va a ser normal y que luego no funcione y que tengas que andar arreglando todo. Pero no, la verdad es que no me puedo quejar, todo fueron facilidades.

JC - Sí, yo estuve en el concierto y la verdad es que me gustó mucho. No pude verlo porque había bastante gente. Para ver algunas cosas tenías que estar en primera fila, si no, no lo veías, pero sí que se creó un buen clima, un buen ambiente. La verdad es que hacía una noche preciosa.

MA - Sí sí, lo único que me da pena de ese día es no haberlo podido documentar. Eso es horrible, pero la verdad es que no daba más, no daba abasto. Tenía que organizar la música, los transportes...

JC - Ya, ya, ya me di cuenta.

MA - No daba más, por eso digo que tenía que haberme rodeado de un equipo más grande, gente que pudiera ayudar para poder delegar, porque si no, no podía. Me hubiera gustado grabarlo para poder presentarlo en otros sitios o simplemente de recuerdo, pero no hay casi nada aparte de las fotos de mis familiares y amigos. No hay ninguna documentación. 

JC - Yo tomé alguna foto pero bueno, muy poco. No estuve en primera fila, sobre todo cuando se entró al castillo.

MA - Claro, eso es un compromiso, el sitio. Primero, yo no esperaba tanta gente, entonces no pensé que fuera a ser un problema. Y segundo, tendría que haber hecho quizás otro pase de esas obras que están dentro del castillo para que las hubiera podido ver más gente. Es un poco el precio de tener un entorno especial. Igual te limita con las plazas para el público, con la acústica, no sé. Pero bueno, había que arriesgarse.

JC - ¿Qué te pareció la reacción del público de Zamora?, porque no es una música muy habitual. No es habitual escuchar un concierto así, además ir moviéndote…

MA - Pues la verdad es que me sorprendió muy positivamente. Tampoco vino a decirme nadie, lo que has hecho es una mierda (reimos). No lo sé, igual había gente que pensaba eso pero no vinieron a decírmelo. Casi toda la gente con la que hablé les gustó mucho y sobre todo, tenían una postura muy abierta hacia ello. Había una obra de Víctor Scheben, en la que salto, ”Prueba para un saltador” se llama,  y yo pensé, bueno, si la gente se ríe en esta obra normal porque te puedes reír, pero eso va a condicionar la atmósfera para lo que queda de concierto y la verdad es que no se rió nadie. La gente tuvo un respeto increíble, con curiosidad.

JC - Sí, sí, a mí me gustó mucho porque estaba la gente muy atenta, había muchísimo silencio también, la gente estaba muy expectante.

MA - Sí, la verdad es que hubo respeto y curiosidad, es lo que puedo decir.

JC - Había también algunas obras que tenían bastante carga, compromiso social, ¿no?

MA - Sí, la obra de Alberto Bernat, por ejemplo, sí. Es un poco una crítica al sistema, sí.

JC - ¿Es algo habitual en el repertorio que ofreces o fue una casualidad que programaras  esta obra? ¿O también quieres utilizar la música para hacer denuncia social?

MA - Pues, hombre, no sé, no se puede separar una cosa de la otra aunque se quiera. La música en todas las épocas siempre ha tenido algún tipo de relación con la política, lo que pasa es que, bueno, no quiero relacionarla siempre con la política. Lo primero que me interesa es cómo es la obra como música y luego ya si tiene alguna relación con la política, está muy bien. En ese caso en concreto sí porque el compositor es amigo mío, lo conozco bien, y la obra va de eso, es una denuncia. Pero también, por ejemplo, toco con otra banda de jazz, improvisación, que eso sí es abiertamente política porque hay textos. Mientras se está tocando, hay una cantante que canta sobre esos temas. Y hay mucha gente ahora que sí que se involucra en, no sé cómo llamarlo, música política, política musical, porque dicen que no se puede separar una cosa de la otra, no lo sé, no es un tema que especialmente, que me meta demasiado en ello. Si coincide genial, si no, intento no tener un discurso político haciendo música. Porque, es difícil, te puede cerrar puertas, te puede abrir puertas. Si es un concierto en el que estoy yo solo, bueno, bien, no tengo ningún tipo de responsabilidad. Pero es difícil llegar a un programador y decirle, mira esta obra, no le dices directamente que tiene una carga política, le dices mira esta obra qué pasada, qué bien suena, y luego ya si ellos se dan cuenta, pero no, no busco directamente la carga política. Cada uno que lo interprete como quiera.

JC - Para tí prima el interés musical de la obra en primer lugar.

MA - Sí, para mí sí. Aunque, como digo...todo lo que hacemos tiene una influencia con la sociedad en la que vivimos, entonces prefiero tocar esa obra que tocar una obra que... No sé si habrá una obra que fomente el consumismo, no sé, pero prefiero tocar esa música que la otra.

 

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Otro momento del concierto